Era una tarde de practica en el hospital psiquiátrico Fray Bernardino
cuando nos encontrábamos parte del grupo de estudio de psicología
apunto de abordar un elevador que nos llevaría a la planta baja,
cabe mencionar que la estructura del hospital es una edificación de
varios pisos que originalmente estaba destinada a ser hospital
de maternidad. Entonces a ese pequeño grupo que recuerdo eran
de alrededor 15 compañeros, nos agrupamos para bajar por el elevador
elevador que tenía una cierta capacidad, en ese momento de espera
se incorpora todo un grupo de personas que se encontraba residiendo
en el hospital como pacientes, lo sé, pues se notaba un uniforme azul
que era característico, tan característico como el de los médicos y
el de los enfermeros y que sólo la juventud distinguía a los estudiantes
pues también eran obligados a traer batas, los familiares eran también
los que destacaban entre tantos uniformes colores.
Al encuentro entre nosotros estudiantes de psicología y los residentes
de este hospital y la inminente posición en la que nos atravesaba
o sabrá usted que fantasías ocurrieron en la cabeza de cada uno de mis compañeros
algunos declinaron por querer bajar en el elevador, algunos nos subimos
y los uniformados en pans junto con los enfermeros también, pues no había mucha opción.
ya en en elevador una persona que bajo los efectos de los medicamentos,
principalmente efectos secundarios, me aborda y dice que si "estábamos de visita"
refiriéndose a los que identifico como estudiantes, pues pareciera nos había reconocido
por la mirada que muchos ostenían al estar en tan peculiar lugar. le respondí
que si, que estábamos de "prácticas" y en tan corto viaje menciono algo
muy interesante que me quedé pensando en aquellos días y que hoy en la
clase de victimología recordé.
"cuídate de los locos, hay muchos allá afuera
y algunos tienen coches"
